En los primeros años de vida, el niño inicia un proceso de aproximación al
mundo, momento mismo en el cual se inician sus primeros aprendizajes,
construyendo su desarrollo, y relacionándose con el medio externo. Por ello, los estudios sobre la Estimulación Temprana o Precoz están dirigidos a los niños, en las primeras etapas de la vida, principalmente desde la etapa prenatal hasta los 5 años.
Algunas investigaciones que se han realizado y que han reflejado sólidas pruebas, demuestran que la estimulación temprana produce cambios en educandos porque aprenden a manejar niveles más complejos para moverse, pensar, sentir y mejorar sus relaciones con los demás.
“Las experiencias del niño en sus primeros meses y años de vida determinan
si ingresará a la escuela con deseos de aprender o no. Cuando el niño llega a
la edad escolar, su familia y las personas encargadas de su atención ya han
preparado al niño para su posterior éxito o fracaso. A esa altura, la comunidad ya ha facilitado o entorpecido la capacidad de la familia de alentar el desarrollo del niño”.
Esto conlleva a la modificación, estructuración y perfeccionamiento de las
células del cerebro hasta adquirir su función específica. Por ello, un niño o niña con estimulación en sus primeros años podrá desarrollar de manera más eficiente sus potencialidades. Los niños-niñas se desarrollan y maduran las capacidades fundamentales y prioritarias, como las áreas del lenguaje, cognitiva, motriz, social y afectiva, consideramos que el desarrollo físico, se refiere al proceso secuenciado de cambios en el crecimiento y la maduración, representados por parámetros funcionales y morfológicos, producto de la transacción entre la dotación orgánica del niño y un ambiente que facilita o no la adquisición de las conductas determinadas
por su reloj biológico.
- Profesor: Miriam Mendieta
- Profesor: Administrador Usuario